Se diseñó un filtro de realidad aumentada para el empaque de Bonyurt, que al escanearlo con un celular activaba animaciones que complementaban su diseño. Esta experiencia innovadora ofrecía a los consumidores un valor diferencial, transformando el producto en algo más que un alimento, al combinar creatividad y tecnología para enriquecer la interacción con la marca y sorprender a los compradores.